Por William Misad Gallardo
Son tres las instancias que se ocupan de desarrollar el tejido social y prevenir las actitudes antisociales. En estas instancias los niños y adolescentes aprenden los códigos básicos de conducta, tanto los comportamientos aceptados como los que no lo son. Si no se enseñan adecuadamente los códigos básicos de conducta incrementa el riesgo de que se realicen actividades contrarias a la ley, viéndose afectada así la convivencia pacífica. Estas tres instancias son la familia, la escuela y el barrio. Sobre la familia podemos decir que es la primera instancia con la que los niños tienen contacto. Su influencia sobre los jóvenes es bastante directa. Por ejemplo, si algún miembro de la familia está relacionado con alguna clase de acto delictivo es más probable que el joven recurra a estas ante alguna crisis. También afecta bastante el trato que dan los padres al hijo, etc. Debido a esto, se debe evaluar la influencia de la familia en la formación de futuros delincuentes.
Como bien se sabe, en el Perú, no todas las familias están formadas por ambos padres y los hijos, es bastante común que solo uno de los padres o hasta ninguno de ellos se encargue de la crianza del niño. Según una encuesta publicada por la defensoría del pueblo el 68.4% de los sentenciados vivieron con ambos padres de jóvenes; del resto cuatro de cada cinco vivieron solo con su madre. La actitud de los padres también influye en la actitud del niño. Empezando con el consumo de alcohol, se reportan que los padres del 42% de los sentenciados consumían alcohol con frecuencia y el 3.4% consumían drogas ilegales. Posiblemente el delito que más ha afectado a los sentenciados ha sido la violencia en casa, ya sea ejercida por el padre o alguna pareja de la madre. El 44% de los sentenciados eran agredidos por su padre y un 39.2% fueron testigos de violencias contra su madre. La violencia en el hogar se liga con homicidio, delitos patrimoniales y delitos sexuales. También se ve relacionado con el número de sentenciados que dejaron sus hogares antes de los 15 años debido a la violencia siendo el 36.9%. De este grupo el 47.2% se dedicaron a los delitos patrimoniales.




Las adicciones como el alcoholismo y la drogadicción destruyen familias. Los niños al presenciar a algún familiar suyo con alguna de estas adicciones, inconscientemente, piensan que es normal e imitan los actos. Esto en un futuro conlleva a graves consecuencia como es la delincuencia juvenil.
Este fenómeno de influencia negativa no solo se da por los padres, sino que también opera con otros familiares cercanos, como los tíos, los primos o los hermanos. En algunos casos hasta se aprecia la formación de clanes familiares con alto involucramiento en el crimen. El 31.2% de los sentenciados tuvieron a algún familiar preso, en el caso de los hermanos se debe tener en cuenta que estos compartieron hogar, escuela y barrio. Los familiares cercanos no son la única amenaza, al ser América Latina la región más urbanizada del mundo es normal apreciar que la mayoría de delitos se realizan en las ciudades. Presentando un 32% de victimización urbana aquí en Perú se debe tomar en cuenta cómo influye este a la delincuencia. Esto se ve mayormente durante la adolescencia cuando la influencia de padres y maestros puede haberse reducido y la de los pares se vuelve determinante. El 40% de los sentenciados manifestaron tener mejores amigos que cometían delitos antes de ser menores de edad. Alrededor del 41.3% vivieron durante su niñez o adolescencia en barrios en los que había pandillas. También se toma en cuenta la cantidad de riñas que se daban en el vecindario siendo muy frecuente en el caso del 29.2% de los sentenciados.
En conclusión, según los datos registrados por los sentenciados, la manera en que se desarrollan las habilidades sociales de los jóvenes en casa influyen bastante en su actitud frente a actividades adversas a la ley. En un país donde la movilidad social permanece baja y oportunidades de trabajo escasas, ante esta situación la delincuencia aparece como un método para poder llenarse los bolsillos de forma sencilla. Las condiciones sociales del crimen están relacionadas a la erosión de las tres instancias. La erosión de la familia se ha dado por los embarazos precoces, el crecimiento de los hogares monoparentales y los procesos migratorios en los que alguno de los padres se va al extranjero. Pero por más que uno no se encuentre en la capacidad de satisfacer sus necesidades básicas, los valores inculcados en casa serán los que eviten que uno tome alguna mala decisión. Es decir que si se les enseña a los jóvenes lo que no es correcto evitaran realizar algún acto delictivo cuando se encuentren frente a alguna necesidad.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Compañía Peruana de Estudios de Mercado y Opinión Pública (CPI). (2017). Impacto de la delincuencia/ falta de seguridad ciudadana y la corrupción en nuestro país. Lima. CPI. Recuperado de
Costa, G. Romero, C. (2014). ¿Quiénes son delincuentes en el Perú y por qué? Factores de riesgo social y delito en perspectiva comparada en América Latina. Recuperado de
http://www.defensoria.gob.pe/blog/wp-content/dp_uploads/quienes-son-delincuentes-en-el-peru.pdf
Subirana, K. (2016). Origenes de la delincuencia (Reportaje radial). Recuperado de
https://puntoedu.pucp.edu.pe/noticias/origenes-de-la-delincuencia/
En la actualidad, es raro encontrar a una familia que esté conformada por ambos padres, ya que es común que solo la madre se encargue de la crianza de los niños.
El maltrato contra la mujer, o mejor dicho, la violencia ejercida del padre hacia la madre, mayormente, es presenciada por los hijos.

En los colegios, los niños que tienen reacciones violentas son enviados con los psicólogos. No obstante, estos niños son agredidos por sus padres en sus hogares.
Si él puede, yo también
Sobre la importancia de la familia como factor para frenar la inseguridad ciudadana.